Rímini, las clarisas en oración por los cardenales del Cónclave

Rímini, las clarisas en oración por los cardenales del Cónclave

Las religiosas del convento de la Natividad de María han puesto en marcha una maratón espiritual, con la cual acompañan a los purpurados reunidos en la Capilla Sixtina en su labor de elegir al nuevo Pontífice.
Francesco Marruncheddu – Ciudad del Vaticano

Una oración virtual que se transforma en real, es la que acompaña a cada cardenal elector en este Cónclave, promovida en la Iglesia, pero, sobre todo por Internet, nace de la motivación de las hermanas clarisas del monasterio de Rímini.

Entre los muros del antiguo convento de la Natividad de María, en el corazón de la ciudad romaña, desde el inicio de la Sede Vacante partió la iniciativa “Adopta un cardenal en oración”, una verdadera maratón espiritual que acompaña a cada uno de los purpurados en estos días de congragación y votación en la Capilla Sixtina.

La fuerza de la oración
“Un manto de oración cubre a cada elector, en este sufragio por el nuevo Pontífice. Una oración fuerte, que es importante promover, porque este es el presente de la Iglesia, uno de sus momentos más importantes”. Así habla sor Nella Letizia, vicaria del monasterio y rostro social de una comunidad que, en estos años, a pesar de observar la clausura, ha querido abrirse a la interacción online con la gente, incluso aquellos más distantes. Y ya lo ha hecho desde el año 2000, con la creación de “la reja electrónica”, un espacio en línea donde se les puede dejar a las religiosas preguntas, solicitudes de oraciones y consejos; se trata de un espacio de escucha y compartir, así como tanta gente lo ha hecho siempre por las rejas o tornos de los conventos de clausura. Solo que, en esta oportunidad, basta un simple clic.

El inicio en el 2013
Y, en continuidad con este tipo de experiencia, las clarisas de Rímini Fdecidieron lanzar esta iniciativa, la cual, en realidad, va por la segunda edición; “la primera vez, en el 2013, con ocasión del Cónclave que eligió al Papa Francisco, se nos ocurrió la idea de colgar en la Iglesia un cartel con los nombres de todos los conclavistas, proponiendo a cada una de nosotras y a todos los fieles que nos visitan, que “adoptaran” espiritualmente a uno, ofreciendo por él la oración”, cuenta sor Nella Letizia. “La iniciativa gustó mucho y la extendimos en la web a través de nuestro sitio; este año la volvimos a proponer”.

Un nombre, una historia, un rostro
Originaria de Forlì y licenciada en Derecho, sor Nella lleva treinta años en ese monasterio entre las callejuelas de la ciudad de los Malatesta, al que las clarisas de Albano Laziale devolvieron la vida hace cuarenta años. “Muchos visitan el monasterio, pero muchos más nos encuentran a través del sitio web, un espacio virtual constructivo y fraterno”. Por eso, en este Cónclave no podía faltar la interacción con muchos amigos que han respondido con entusiasmo: “Hemos superado las mil interacciones, y considerando que los electores son 133, podemos decir que cada cardenal está bien ‘acompañado’ en su discernimiento y en la gran responsabilidad que tiene en estas horas”, narra sor Nella, quien subraya que “los cardenales italianos son naturalmente los más conocidos y por lo tanto los primeros en ser ‘adoptados’ en la oración, pero luego todos los purpurados son tomados, uno a uno, por personas deseosas de acompañarlos en estos días. A cada uno le ofrecemos una oración específica, junto con su biografía y foto, para tenerlo bien presente. Cada nombre tiene una historia y un rostro, y nosotras abrazamos todo eso llevándolo a Dios”.

El papel de las mujeres
En el monasterio de Vicolo San Bernardino, la oraciòn se eleva desde el coro de las hermanas y se une a aquellas que llegan de tantas partes de Italia y del mundo, con una intensidad tan real como virtual, pero una virtual que se hace realidad en el corazón de la gente: “Nos escriben muchos, algunos nos dejan pensamientos conmovedores y reflexiones que nos hacen sentir como una sola familia; también escriben no creyentes, que manifiestan simpatía hacia un determinado cardenal, y nos aseguran su oración ‘laica’”, subraya sor Nella. “Somos mujeres consagradas, cristianas en camino con la Iglesia, dentro de nuestra forma de vida de hermanas pobres de Clara. El Papa Francisco ha puesto a menudo la figura femenina en el centro de su magisterio, reafirmando su unidad y preciosidad. Así que, nosotras, las mujeres, queremos hacer nuestra parte en este Cónclave, con el perfume de la oración. Además, en la Sixtina, hay una mujer presente: es María. Como aquel día de Pentecostés con los apóstoles. Asimismo, con nuestro aporte de oración, contribuimos con un rostro femenino a esta nueva venida del Espíritu Santo”.

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